Esta locución se usa en situaciones donde una persona puede escalar posiciones dentro de una organización y obtener un mejor cargo o un mayor rango, pero quienes deben promoverla le niegan la posibilidad y le ponen un límite, por cuestiones de género, de raza, de religión, por cualquier motivo que no pueda ser blanqueado públicamente ya que siempre es discriminatorio. De esa forma se pone un techo a sus aspiraciones, que es real pero no se ve, como si fuera "de cristal".
"Bueno, también se puede referir literalmente a un 'techo de cristal', pero ya no sería locución, y no cabe en un diccionario."